29 sept. 2010

Lo que aprendí con Espiridiona

“Su grandeza fue la mejor y más contundente demostración de que la grandeza no tienen tamaño, y también de que, por difícil que parezca, una mujer de sólo veintiséis pulgadas de estatura, si se lo propone, puede hacerse respetar. A diferencia de tantas islitas y pequeñas naciones víctimas de la voracidad de los imperios, ella nunca se doblegó ante una orden ni se dejó encadenar. Vivió a su aire, con la frente alta y el pensamiento libre, haciéndose respetar dondequiera que fue. Las huellas que dejó en su deambular por la vida podrán haber parecido diminutas a algunos, pero nadie cuestionó nunca la firmeza de sus pisadas”

Mi encuentro con Espiridiona Cenda ha sido mucho más grato de lo que me esperaba. A pesar de que nos vimos hace muchísimo tiempo, no fue sino hasta hace muy poco que decidí acercarme y conocerla. Desde que la vi allí parada frente a ese gran espejo con su elegante vestido rojo y esa mirada nostálgica que se perdía en la lejanía, supe que esa expresión escondía historias y vivencias que lograrían atraparme.

Su estampa llamó mi atención desde un primer momento. ¿Es real? ¿Verdaderamente puede existir alguien como ella? Si me lo hubieran preguntado hace algún tiempo atrás diría que es imposible, pero basta con darse un paseo por Matanzas, su pueblo natal, o recorrer la historia del espectáculo Neoyorkino para descubrir que no es fruto de la imaginación de nadie, que realmente Espiridiona Cenda nació, creció y vivió entre nosotros, de la forma como le dio la gana.



Quizás por su nombre de pila no sea una mujer muy conocida. Pero, al mencionar a “Chiquita” o “The Living Doll” seguramente más de uno sabrá de quién se trata. Precisamente por su nombre artístico fue como la conocí: “Chiquita”. Desde pequeña quiso llamarse así y no hubo manera de contradecirla. Fue voluntariosa toda su vida, decidida y jamás se rindió ante las adversidades.

Antonio Orlando Rodríguez se ganó el premio “Alfaguara 2008” contándonos la historia de esta pequeña cubana, de 26 pulgadas de estatura que vivió del espectáculo allá a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Nos trae la historia de esta grande entre las pequeñas en una biografía novelada de esta cautivadora mujer a quién llegué a admirar a través de las 600 y pico de páginas que nos narran sus vivencias.

Nunca he sido muy amigo de leer biografías, prefiero disfrutar de las obras de sus autores antes que descubrir las vivencias que les hicieron actuar como lo hicieron. Ya tuve mi decepción con la biografía de García Márquez. Pero este libro ofrecía un encanto especial, sumergirnos en la magia del vaudeville de principios del siglo pasado. Llevarnos a ese mundo lleno de vestuarios fastuosos, romances ilícitos y costumbres de una época ya muy lejana fueron sólo algunas de las cosas que esperaba encontrar en la narración de Rodríguez. Realmente encontré mucho más.




El mismo autor nos advierte que es una biografía imaginaria, que tiene hechos reales y otros no tanto. A mí, de verdad ese detalle me tiene sin cuidado. A. O. Rodríguez logra dibujar muy bien al personaje, darle esos matices humanos y míticos que se esconden detrás de todos los grandes artistas y nos sumerge en sus páginas. El libro realmente me lo devoré y lo disfruté como no se imaginan. Me acompañaba todas las mañanas en el transporte público de camino al trabajo y todas las noches de regreso a mi casa.

Durante ese ir i venir de un destino a otro, paseaba por sus páginas, me metía más en su historia y reflexionaba sobre las vivencias que allí se narraban. El libro, según el autor, es un relato que hace la misma Espiridiona sobre su vida, su carrera artística, sus amores, sus aventuras, sus desamores y todo lo que pudo experimentar en plena independencia de Cuba.

Aprendí mucho sobre la historia cubana, no recordaba que era una nación tan joven, quizás por eso ha sido tan maltratada y destruida por un régimen autoritario, totalitario y destructor de la dignidad humana. Aprendí sobre los artistas de la época, sobre los liliputienses y muchos hábitos y costumbres propias de la época y de cada país, ciudad o región que ella pudo visitar.
Los matices del ser humano que nos ofrecen los personajes son realmente maravillosos. Vemos representados a todos los arquetipos.

Hay un detalle que pude confirmar con Chiquita, el hecho de que cada uno de nosotros tienen unos lentes con los que ve la vida. Los hechos van a ser más o menos importantes para nosotros, dependiendo de la óptica que predomine. Una vivencia va a ser más o menos traumática dpeendiendo de la interpretación que hacemos de ella. Nuestra vida va a ser más o menos maravillosa dependiendo de cómo queremos verla nosotros mismos.




No sólo somos dueños de nuestra vida, de nuestro destino, sino que también somos dueños del significado que le damos a nuestra vida, somos esclavos de la importancia que le demos a nuestra limitaciones y amos del rol que jueguen nuestras potencialidades y oportunidades en nuestro día a día. Chiquita hizo lo que le dio la gana, cumplió cada uno de sus sueños y ni su estatura, ni su físico ni sus miedos fueron limitante alguno para que llegará a dónde jamás se imaginó nadie que pudiera llegar. De ser una niña sobreprotegida y encerrada en una burbuja de cristal en su Matanzas natal, pasó a ser una coqueta mujer que alcanzó el éxito, la fama y la fortuna de una manera sorprendente.Ella vino a recordarme que cuando se cierra una puerta es porque tenemos las llaves para muchas otras. Me recordó que cada uno de nosotros es especial, diferente y que vale muchísimo por su condición de ser persona. También, me hizo darme cuenta de que aquello por lo que nos quejamos tanto para otros pudiera ser la gran oportunidad de sus vidas. Las limitaciones están en nuestra mente y en nosotros está la decisión de someternos a ellas o convertirlas en nuestra gran oportunidad¡Gracias Chiquita, por ser tan buena maestra!
Si se tropiezan algún día con Espiridiona Cenda, por favor conózcanla, compartan sus vivencias, pero sobre todo aprendan las grandes lecciones que ella nos vino a dar.


Entre los muchos temas que me gusta leer no figura precisamente lo biográfico. Me cuesta entender la necesidad que tienen algunos de saber sobre la vida de tal o cual personaje. De cada artista, de cada escritor, lo que realmente me interesa es su obra. Muchos argumentan que conociendo la vida del personaje pueden entender su obra. Yo pienso que el legado de grandes artistas es el despertarnos emociones con sus obras, que el legado de los grandes escritores es abrir nuestra mente y alimentar nuestra imaginación y nuestro juicio.

10 sept. 2010

Marmota, Glee, Lady Gaga y yo

A pesar de todo el boom publicitario, su comportamiento polémico y todas las formas que tiene de llamar la atención, yo era totalmente ajeno al fenómeno Lady Gaga. SI había escuchado alguna de sus canciones y quizás visto alguno de sus videos en TV, pero realmente no le había prestado la mayor atención. La canción que conocía era "Just Dance" y me sonaba a otra Britney, quizás más irreverente y original, pero me parecía que no tenía mucho que ofrecer aparte de una vestimenta extravagante y escándalos por montones.Marmota, por su parte no paraba de hablarme de ella, de cantarme y tararearme algunas de sus canciones o de comentar las noticas de su vida. Decía que era muy buen y yo simplemente no la conocía muy bien. Él es una suerte de fan, admirador de sus canciones y la conoce mucho más que yo. Cada vez que estábamos en un sitio con música de fondo y sonaba una canción de ella empezaba a cantarla ya comentar lo buena que era y yo seguía sin prestarle mucha atención al asunto, por lo menos de manera conciente. Solamente conocía la canción "Telephone"porque la canta con Beyoncé y es una de mis cantantes favoritas. Vi el video y me gustaba bastante, pero hasta allí.Justamente estábamos acurrucaditos en Margarita, viendo un capítulo de la serie Glee que justamente estaba dedicado a Lady Gaga. Allí montaron un número con la canción Bad Romance, si esa misma que dice el "Ooooo oo oo" y quedé enganchado. Llegué a Caracas buscando más información en internet, viendo sus videos en you tube y hasta descargando sus canciones para mi Ipod. Ahora puedo decir no solamente que me gusta, sino que conozco muchas más de sus canciones y puedo cantar algunas de ellas.
No creo encesario aclarar que lo del vestido hecho de carne cruda me pareció genial. Realmente, como me ha comentado Marmota, Madonna debe estarse revolcando de la rabia, porque por fin sale alguien que le hace la comeptencia en cuanto a extravagancias, autoinventarse y capacidad para generar polémica. SI no vean su video de Alejandro para que se convenzan, deja en pañales al Santo negro de las fantasías de Madonna en una capilla. Yo estoy casi convencido de que ella debe estar planeando montar un show con ella, para darle un beso en la boca y así acabar con su carrera como lo hizo con la princesita del pop.

Lo cierto es que espero que esta cantante no se vuelva una moda más sino que perdure en el tiempo como lo ha hecho la chica material, quién nos sorprende todos los años y logra darle a sus seguidores nuevas sorpresas y grandes canciones-

Y ahora, con ustedes...Lady Gaga

9 sept. 2010

Lo que podemos aprender de un aprendíz

Tanto en el cine, como en la literatura o en la televisión, el tema de la magia es algo que a todos, y a mí en específico, siempre me ha cautivado. ¿Quién no disfrutaba cada vez que Samantha movía la naríz o Jeannie cruzaba los brazos y pestañeaba, como sólo ella sabía hacerlo?

Disfruté de películas como jóvenes brujas, hechizo de amor, de series como hechizada, mi bella genio o Charmed, esas tres hermanas que ponían semana a semana sus poderes al servicio de la humanidad para derrotar demonios y fuerzas oscuras. Estas son sólo algunas de las muchas historias que el cine y la televisión han contado. También tenemos al fenómeno de Harry Potter, cuyos libros me lei completicos y he disfrutado cada película, no tan fieles a la obra de Rowling, pero buenas al fin y al cabo.

Con esta temática, podemos ver actualmente en la cartelera de cine nacional el film de Disney "El aprendíz de brujo" portagonizado por Nícholas Cage y Jay Baruchel. Nícholas un brujo milenario, alumno del mismísimo mago Merlín. Jay, representa al joven dotado con los dones de magia necesarios para considerarse descendiente del famoso Mago del Rey Arturo. Mónica bellucci actúa también en este film deslumbrándonos con su indescriptible belleza y capacidad para darle vida a cualquier personaje.
Es una historia bastante interesante, con mucha imaginación, un guión original, divertido y unos personajes bien dibujados que nos hacen sumergir en la historia y reirnos con ellos, sufrir con ellos, pero sobre todo aprender de ellos.

A Marmota le gustó muchísimo la película y yo también quedé fascinado. No me esperaba algo tan bien logrado y con tantas metáforas sobre lo que podemos hacer por nosotros y por los demás. Temas como el autoconocimiento, la autoconfianza, el manejo de nuestras emociones y lo importantes que son estos aspectos para ser efectivos en nuestra vida son sólo algunas de las enseñanzas que podemos sacar de estas dos horas contínuas de diálogos, efectos especiales y de momentos emocionantes que nos hacen sentar en el borde la silla, completamente expectantes para ver qué pasa después.
No es una de esas típicas películas que sólo sirven para pasar el rato. Puedo verla como una metáfora de la vida de cada uno de nosotros. Dónde nacimos para algo y contamos con los talentos necesarios para lograrlo. Cada uno de nosotros vino a hacer algo a este mundo, y ese es precisamente el sentido de nuestras vidas, usar los dones que tenemos en función de alcanzar las metas. Algunos tienen el don de compartir y llevar el conocimiento a los demás, otros de establecer relaciones efectivas con la gente, otros de informar y comunicar, otros de crear sueños y muchos más de poder hacerlos realidad.

¿Qué debemos hacer? pues explotar al máximo nuestros talentos, nuestras habilidades poniéndolas al servicio de los demás y ayudándonos a crecer y aportar lo quen podamos para hacer de este un mundo mejor. No es tan difícil como lo podemos pensar, no tenemos que ser famosos ni poderosos para poder hacer grandes cosas, hacer algo por quienes nos rodean es una gran cosa ya por sí misma. Cada uno de nosotros está llamado y dotado de las herramientas necesarias para dejar su huella en el mundo, o por lo menos en el espacio del mundo dónde nos tocó vivir y desarrollar nuestros talentos.
Podemos escondernos, podemos negarnos a hacer lo que debemos hacer. Pero lo que no podemos negar es lo que somos y las capacidades que tenemos. Podemos ocultar nuestro potencial, o explotarlo al máximo hasta conocer completamente nuestros límites. Podemos cruzarnos de brazos y ver cómo cambia el mundo o podemos ser partícipes de su transformación.

8 sept. 2010

Otra comedia romántica...............que disfruté muchísimo al lado de mi Marmota



Si, ya sé que las comedias románticas tienen todas el mismo esquema: una pareja se conoce, vive situaciones muy cómicas, tienen un conflicto, se separan y al final se reúnen para terminar felices por siempre. Así son todas, o bueno por lo menos la mayoría de ellas. Pero, siguen teniendo ese no sé qué para envolverlo a uno y hacerlo ir a la sala de cine a ver cómo vive el amor la actríz de comedia del momento.

Como buen escorpión, con ascendente cáncer me muevo en el mundo de las emociones, no lo puedo esconder y este tipo de películas me gustan muchísimo. Soy un llorón de primera en el cine, escuchando la radio o viendo una telenovela. ¿Para qué negarlo? soy sensible y tengo mis emociones a flor de piel. Eso sí que no lo puedo esconder. Digo lo que siento y a veces soy como un libro abierto. SI me dejo me pueden llegar a conocer muy bien.

"Amor a Distancia" es una de estas comedias. Protagonizada por Justin Long y, Drew Barrymore, quienes me enteré el domingo gracias a la nota de prensa que son pareja en la vida real. Es una historia con mucha chispa, escenas muy cómicas que te harán reir, una trama predecible pero que no deja de ser interesante ni una buena opción para entreternos un rato y ver lo que los seres humanos somos capaces de hacer por amor. También actúan Christina Applegate, Jason Sudeikis, y Charlie Day con unos personajes que son realmente encantadores.
Una pareja se conoce en New York y ella debe regresar a su ciudad natal al otro lado del país porque se queda sin trabajo. Allí vemos todas las peripecias por las que esta pareja debe pasar para mantener viva la llama del amor. Dicen que no son fáciles las relaciones a distancia, incluso los más traviesos llegan a decir que "amor de lejos, felices los 4". Ciertamente debe ser difícil no poder acariciar a quien amas, no poder verle con más frecuencia o tener el tiempo contado cuando por fin pueden estar juntos. Si viviendo en la misma ciudad que Marmota, estando a 5 pasos uno del otro me duele despedirme en el metro algunas noches a la semana porque cada quien debe regresar a su casa y nos vemos al día siguiente, no me imagino tener que despedirte por más tiempo de alguien y contar los días, o los meses para poder volver a verle. Debe ser terrible, era lo que yo pensaba durante la película.
Las actuaciones están bien, para ser una comedia ligera. El protagonista, Justin, le da al personaje la ternura que debe tener y Drew hace despliegue de su lado divertido para recrearnos a la chica que interpreta.

Es una buena opción para pasar un rato diferente, olvidarnos del estrés del día y día y para reflexionar sobre el amor y lo que cada uno de nosotros sería capaz de hacer por el bienestar de su pareja y por mantener el amor que nos une a ello cada día más.

PD: pues si estaban esperando que dijera que lloré con algunas escenas, pues sí lo hice y Marmota volteaba a cada rato al verme gimotear.

5 sept. 2010

Nuestra cuarta luna de miel..........y la segunda en Margarita


Un buen escenario para una luna de miel, lo es sin duda alguna una isla paradisíaca cuyas playas estén bendecidas por arenas blancas, aguas cristalinas y un sol bondadoso. Si aparte llegas a un buen hotel, ubicado cerca de buenas tiendas donde consigues precios baratísimos y tienes todas las opciones de diversión que te brinda una ciudad, tampoco te lo pensarías ¿verdad?


Pues bien, Marmota y yo tuvimos nuestra cuarta Luna de Miel, y como destino decidimos regresar a la Isla de Margarita, aquí mismo en Venezuela a sólo media hora en avión desde Caracas y con muchas ganas de recibirnos.


Estuvimos casi una semana completa, en un viaje que hicimos de la noche a la mañana. Casi cuando nuestras esperanzas ya estaban pérdidas hicimos uso de uno de los mejores inventos del siglo XX, la herramienta más poderosa que conocemos hoy día: "Internet". Compramos pasajes, reservamos el hotel y averiguamos todos los sitios a los que nos gustaría ir en esta nueva oportunidad en la Isla. La gente de la agencia de turismo estuvo una semana para darnos respuesta y un viernes a las 5:30 p. nos dijo que teníamos cupo en un paquete, pero que debíamos pagar antes de las 11:00 a.m del día siguiente. Nínguno de los dos podía hacer transferencias bancarias y era imposible hacer el depósito, así que se nos ocurrió el plan B y "tarán" lo conseguimos en menos de 4 horas.


Viajamos con Laser de ida y con Venezolana de vuelta. Era nuestra primera vez con ambas aerolíneas y nos fue de maravilla. El trato fue bueno, el servicio también y lo mejor es que ambos vuelos salieron a tiempo. El de regreso con venezolana tuvo un retraso mínimo de casi 45 minutos, pero comparado con los retrasos de las otras líneas, eso no es nada.


Conocimos el mercado de conejeros, muy famoso por su abundante oferta de ropa y lencería y todo lo que busques. Tienen precios muy buenos y la ropa no está tan mal. Ahora si eres un esclavo de las marcas y del fashión se te hará difícil conseguir algo allí. Pero hay sábanas muy buenas, shorts playeros, camisetas, jeans no vi buenos sino copias muy malas y bueno consigues toallas, saldalias, ropa de damas, caballeros y muchas cosas más. Es inmenso y debes tomarte tu tiempo para recorrerlo y conocerlo todo. Allí practiqué el regateo (negociación de precios) y me resultó muy bien.


Nos quedamos en el hotel Howar Johnson , una habitación chévere, las cenas estaban bien ricas y los desayunos algo repetitivos en el menú. Pero la atención en restaurant era fenomenal. La piscina del hotel, pues es bastante pequeña y muy porfunda para el poco tamaño que tiene. Cuando Marmota y yo decidimos bajar a darnos un chapuzón, nos metimos en la zona de niñoz que tiene una escalerita y te permite ir aclimatando el cuerpo y yo me senté un rato en los escaones. Marmota decide pasarse a la parte de adultos y cuando está haciéndolo una niña le dice: "Sr esta parte es....." Suaz, marmota se hundió, despareció por unos momentos y salió a flote sorprendido porque no se esparaba lo profunda que era la piscina (alberca). Yo se podrán imaginar que estaba muerto de risa viéndolo y dando gracias a Dios que la victima de esa sprofundidades ni fui yo, porque con esta verguenza de no saber nadar a mis 33 años ya me dirán que hubiese pasado conmigo.


Un full day a la isla de Coche me permitió conocer sus aguas tranquilas, cristalinas y ver a los pececillos plateados nadar en el fondo del agua y venir a chupar mis manos y pies. Acostados en el agua Marmota y yo disfrutamos muchísimo de esta espacadita. Pero, como siempre debe haber un pero, todo estuvo bien hasta que llegó la hora del almuerzo. Alquilamos los servicios de Catamaranes del Caribe, que incluye barra libre y almuerzo. La barra libre muy buen, pero el almuerzo muy malo. De no ser por el arroz con leche que nos sirvieron de postre yo hubiera quedado pasando hambre. El traslado en el catamarán fue muy sabroso. Mis temores a quitarme la camisa en la playa por mi redondeado físico fueron destruidos cuando vi que todos los pasajeron eran mucho más redondos que yo. En medio de ese festival de barrigas prominentes yo era un Adonis, no me cabe duda. Además parecía la fiesta de los maracuchos (gentilicio de los que habitan en la ciudad de Maracaibo) bulleros, alegres y siempre echando algún chiste. Estábamos rodeados y con la facilidad que tengo para que se me peguen los acentos mi mayor temor era terminar hablando maracucho. ¡Cómo iba a explicarles a los demás que estuve en Margarita (extremo oriente del país) y que terminé hablando como en Maracaibo (extremo occidente del país)!


La pasamos muy bien, en realidad. Ambos necesitabamos una escapada así. Unos días de reláx, de olvidarnos del día a día y de Caracas. Unos días para mimarnos, disfrutar de nuestro amor, de neustra compañía y para vivir cosas nuevas y divertidas como todas las que nos ocurrieron. Desde meternos a una tienda en el sambil (don regalón) pensando que era otra (graffiti) para buscar unos bermudas playeros, hasta hacernos amigos de la niñita que estaba en la piscina del hotel todas las mañanas cuando salíamos a desayunar y todas las tardes cuando volvíamos a descansar. Yo llegué a pensar que ella era un fantasma porque siempre estaba allí en el mismo sitio ¡Cuánto gusto les da a los niños estar metidos en una piscina! pasaban todo el día en la playa y al llegar, chupulúm para la piscina.


Una semana riquísima, amaneciendo todos los días en los brazos de mi Marmota, apretujándonos en la bañera para caber los dos, echando chistes, paseando por todas partes, planeando qué hacer al día siguiente y sintiendo que nadie es más feliz que nosotros juntos, que tenemos un gran regalo de Dios al habernos encontrado el uno al otro y que queremos volver cien mil veces a la enpesima potencia para la Isla maravillosa a seguirnos mimando, amando y soñando con todo el futuro que nos queda por delante.