Muchas veces he escuchado decir que mientras dormimos es una muerte
corta. Las horas de sueño nos sumergen en un estado de inconsciencia de
lo que nos rodea, sobre todo a mí que tengo lo que muchos llaman "sueño
pesado", es decir que se puede caer la casa y yo ni me entero porque estoy
durmiendo de lo mejor.
A la hora de dormir no tengo peros ni quejas, puedo quedarme dormido
literalmente en cualquier sitio. Incluso en una que otra ocasión me he
dormido en plena conversación en una sala llena de personas, con la
particularidad de que lo hago con los ojos abiertos. Esto me ha pasado
muchas veces, hasta con la familia de Marmota y ellos disfrutan mucho llamarme
y ver que no respondo de ninguna manera, a pesar de tener mis ojos abiertos y
la mirada fija en algo.
¿Han pensado en todo lo que puede ocurrir mientras dormimos? ¿Cuántas
personas pueden acercarse a nosotros? Todos estos pensamientos vinieron a mi
mente luego de ver esa gran película española, que recién se estrena en
nuestras carteleras de cine venezolanas. Se trata de "Mientras
Duermes" protagonizado por ese gran actor Luis Tosar en un personaje
magnífico, realmente tiene un talento increíble para hacernos creer que
no estamos en una sala de cine sino asomados a una ventana viendo lo que le
pasa al vecino de al lado.
La película tiene una gran riqueza psicológica y personajes tremendos,
magistralmente interpretados por cada uno de los actores que los
representan. La historia está bien redondita y no deja lugar a vacíos o
malos entendidos. La representación de Tosar como un conserje de un
edificio residencial es muy convincente y nos deja una gran satisfacción.
No hay exageraciones ni sobreactuación por ningún lado, la historia es algo
que realmente puede ocurrir en cualquiera de nuestras ciudades, los personajes
pueden ser cualquiera de nuestros vecinos y toda la trama nos atrapa como espectadores,
hasta dejarnos convencidos de que está ocurriendo algo real en esa pantalla.
El juego pisológico está presente en todo momento y tiene escenas que nos colocan al borde de la silla atentos a todo lo que va a ocurrir a continuación. Está tan bien hecha que despierta sentimientos y emociones encontradas cuando la ves.
A Marmota y a mí nos gustó mucho la película, deseamos que se hagan cosas
así en nuestro cine venezolano, porque es obvio que no se invirtió un gran
presupuesto y que se pueden hacer grandes cosas sólo con una buena historia que
contar, un buen guión y actuaciones magistrales.
Vayan a verla si no lo han hecho. Y si no ha llegado a sus países o ya pasó de cartelera, búsquenla porque realmente vale la pena.
1 comentario:
Esta película me mantuvo a la expectativa desde el principio al final... Un poco sádica pero podemos ver lo que puede lograr el sentirse menos que los demás, el complejo de inferioridad y el rencor que eso puede desencadadenar... Excelente peli...
Saludos...
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