30 mar. 2010


Como la vida tiene un enorme lado positivo, hoy quiero referirme a las personas que con cada amanecer se disponen a mejorar para que el mundo entero lo haga con ellos.



Seguramente, al leer esta última frase vinieron a sus mentes un gran número de gente cercana, quienes suman esfuerzos y voluntades para dejar su huella positiva en los demás. Algún vecino, amigo, profesor, conocido, familiar o alguien del entorno. A qué sí logramos identificar a varios.



¿Pero, cómo lograr hacerlo? básicamente todo es cuestión de actitud, como ya lo he dicho muchas veces y no me cansaré de hacerlo. En mi familia hay unos cuantos casos. Mi mamá que es una mujer luchadora y que nunca se ha cansado de ayudar a los demás, a pesar de lo mal que le han pagado. Mi Marmota también es otro buen ejemplo de alguien que cada día se propone hacer grandes cosas, y las logra que es lo mejor. Su lucha contra las injusticias y por garantizarle el bienestar a todas las personas a su alrededor son sólo algunos indicadores de lo que digo. Y así puedo ir mencionando muchísimos ejemplos personas a quienes he conocido a lo largo de toda mi vida.



Hay grandes héroes en el anonimato. El mío es mi abuelo, sin duda alguna es a quien más admiro en el mundo. Su su entrega y su capacidad de sacrificio en nombre del amor no conocen límites. ¡Gracias Padre por este ejemoplo en mi vida!



También hay grandes héroes públicos, que gracias a los medios de comunicación, a los historiadores o a la magia del cine nos transmiten sus mensajes y nos ofrecen a través de su ejemplo un sin fin de enseñanzas sobre cómo hacer las cosas buenas y de una mejor manera.



Si tantos han podido, nosotros también podremos hacerlo. ¡Vamos! Solamente debemos conocer aquello para lo que somos buenos y usarlo en beneficio de los demás. No hace falta tener superpoderes ni ser multimillonario. Todos tenemos los recursos necesarios para hacer lo que tenemos que hacer desde donde estamos. Sólo falta voluntad, convicción, tener metas claras y los añadidos que cada uno le vaya poniendo a la receta.



Recordemos que una buena persona no es aquella que no le hace daño a nadie, sino aquella que le hace bien a muchos. Así que vamos a ver qué podemos hacer desde nuestro día a día para que el mundo cambie. No nos desanimemos, actuemos desde nuestro círculo inmediato y veremos que como efecto mariposa todo se irá extendiendo.

No hay comentarios.: