25 oct. 2007

Cuidado, rinoceronte suelto

Si por casualidad ven, o se enteran que por las calles de Caracas anda caminando un animal que pesa una tonelada, de constitución maciza, patas cortas y robustas, piel carente de pelo y dos cuernos firmes que sobresalen de la parte frontal de la nariz, no se asusten porque de seguro lo que anda buscando es a mí. Es que con todo lo que me está pasando últimamente, lo que falta es que "me orine un Rinoceronte".

No sólo tengo la situación familiar y el estar pendiente de mi abuelo y la forma como asume su viudez, también está soportar un empleo en el que no soy del todo feliz, aunque me gusta lo que hago, lo que me desagrada es con quienes trabajo y lo que recibo por lo que hago. Lo que gano alcanza para cubrir sólo algunas cosas básicas, así que me toca hacer milagros y convertir el papel moneda en chiclet para poderlo estirar.

Mi relación con Marmota haciéndome sentir cada día más feliz y enamorado, pero el lunes debemos entregar el apartamento que teníamos alquilado porque el dueño lo vendió y no conseguimos nada que se ajustara a lo que podemos pagar, total que lo que acordamos fue cada cual en casa de sus padres hasta encontrar lo que buscamos. Situación que me tiene verdaderamente contra el piso.

Esto por sólo mencionar unas situaciones porque dejé por fuera los zapatos rotos, las camisas sin botones, las mojaderas con las lluvias o las malas películas que me ha tocado ver en el cine.

Y ahora, para colmo de males, el diente que mencioné en un post anterior me ha vuelto a molestar al punto que me deben hacer un tratamiento de conducto. Hoy tuve mi primera sesión, lo bueno fue que no me dolió.

Pero alerta, si se consiguen a este animalote por allí, por favor no le digan que me han visto






5 comentarios:

Anαβ dijo...

Arriba ese Gustavo, que no se diga. Ya sabes que para eso estamos para apoyarnos unos a otros. Yo no te puedo ayudar a conseguir un apartamento en Caracas pero seguro que encontrais un hogar apacible donde compartir vuestros cariñitos.
Lo importante es que estáis muy enamoraditos (con diminutivo suena todavía más cursi). Eso es lo importante.
Animo con lo del curro, yo me encuentro bastante puteado respecto a ese tema también.

Don Arturo de Quilpue dijo...

Bueno, niño, si el rino te alcanza y solo te mea es algo positivo. Pensá que podría ser mucho peor.

Ya soplarán vientos mejores, a no bajar los brazos. Acordate que "retroceder JAMAS, ni para tomar impulso".

Ya llegarás a mis años y te reirás de estos tiempos de mala racha.

Querub dijo...

Ánimo, ya vendrán tiempos mejores.

Y piensa que no todo se ha perdido, tienes a tu pareja para apoyarse mutuamente.

Saludos,

Querub.

Anónimo dijo...

Llegue justo para un momento trsite...que pena.
pero segun lo vivi, despues del momento mas oscuro de la noche, viene la claridad

Un saludo!

tentetieso dijo...

Los rinocerontes acosan silenciosos alrededor, hasta que un día se deciden a embestir y te dan de cornadas. Además parece que se ponen de acuerdo para atacar en manada; no uno sólo, sino todos en tropel.

Afortunadamente, las heridas duelen, pero también se acaban cerrando y te hacen más duro. Vivir es ir acumulando cicatrices. Parece que ya tienes unas cuantas más. Pero no olvides que habrá más temporadas en que los rinocerontes concederán nuevas treguas y podrás relajarte.

Un beso.