16 jun. 2006

Estoy plenamente convencido que uno de los problemas más graves del ser humano no es la incapacidad para amar, sino para dejarse amar. Todos depositamos la mayor intensidad en los sentimientos que profesamos hacia los demás, pero tenemos una escala para medir lo que ellos sienten por nosotros. Y si sus manifestaciones afectivas no correpsonden con lo que esperamos o no entran en nuestra escala asumimos que no sienten nada por nosotros. Deseamos que todo el mundo nos quiera en la misma medida que le queremos, que nos demuestren sus snetiemintos tal cual como nosotros lo hacemos. Y ese es nuestro gran error, cada quien ama a su manera, y lo manifiesta de igual forma.

el rpoblema está en que todos pedimos ser aceptados, amados, pero según nuestros moldes. Desde el momento en que nos dejemos amar al modo que cada quien quiera hacerlo, y aprendamos a recibir un abanico de muestras de amor, aprenderemo a ser más felices y haremos felices a los demás. Debemos superar nuestros temores, nuestras desconfianzas e inseguridades para atrevernos a vivir a plenitud cada instante, y sólo será aprovechado ese día si amamos con todas nuestras fuerzas y recibimos, en buena lid, el caudal de amor que nos regalan los demás.

cada día es único, cada persona es única....no esperemos repeticiones

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