En una de las paradas, el muchahco que estab sentado al final, justo al lado de los dos niños comienza a bajarse de la camioneta y uno de los niños comienza a llamarle: -¡Señor! ¡Señor!, el m uchacho voltea a ver ´para qué lo llmaban y, como ser curioso al fin yo también he volteado. Con la más grande las sonrisas en sucara el niño ha extendido su mano y le dijo: - Se le cayó esto. Para mí grata sorpresa le estaba entregando una moneda que se le había salido del bolsillo. En ese mismo instante sonreí, miré al niño y en un momento de contacto interno dije: ¡Dios te bendiga!.
Estos son los pequeños detalles que nos hacen sentir que si se puede tener un mundo mejor y que definitivamente vale la pena dirigir todos nuestros esfuerzos para lograrlo.
Feliz fin de semana!
9 comentarios:
supongo que darle el euro era para pedir perdón por llamarle señor... ;)
que linda anecdota!!!
Por que será que siempre que paso por aqui, mi alma sale con una sonrisita????
Genial este post.
Abrazos desde la lluviosa Bogotá.
jejeje ese niño tiene buena escuela de valores.
muy bonito. uno de esos momentos para recordar.
q lindo!!!! espero q ese niño tenga en su vida a alguien q alimente e infunda en el esos valores.
Siempre es bueno tener esperanzas...!! Y lo dificil es evitar que esa energia pura de los niños no se dañe al entrar en el mundo adulto. Esos pequeños gestos de verdad son dignos de discutir. Se ve muy pocos hoy en dia.
Hablabas de mi?
eso me pasó el pasado viernes... con un chico en el autobus.
Curioso... quizas por fin están naciendo nuevas personitas de bien... a paso lento...
esperemos que se conviertan en multitud... para nuestra propia conveniencia y conveniencia del mundo que vivimos.
Bonita Historia... ahi podemos notar que es posible tener un mundo mejor dando el ejemplo y enseñando buenas costumbres a nuestros hijos...
Saludos...
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