13 sept. 2007

Una de Dientes

Sin lugar a dudas, uno de los peores acontecimientos en la vida de todo ser humano es un dolor de dientes. Esas puntadas fuertes e intensas empeoradas por la desesperación de no encontrar alivio, ni siquiera luego de tomar una sobre dosis de analgésicos.
La gran pregunta es ¿Por qué "#@¬% siempre tiene que atacarte cuándo deberías estar regalándole a tu cuerpo el necesario descanso nocturno? ¿Acaso no es suficiente tener que soportar tan intenso dolor?¿No es suficiente querer, desesperadamente, golpearte la cabeza contra las paredes? ¿También uno tiene que soportar el querer dormir y no poder hacerlo porque ese pedazo de hueso, pequeño e insignificante no te deja, a ti que superas en muchas veces su tamaño?
Pocas cosas hay peores que esta. Algunos dirán, si el cólico nefrítico es peor. Otras dirán, parir es mucho peor que eso. Pero hoy, sólo quiero quejarme por el dolor de mi diente. Porque, es el peor dolor físico que he tenido hasta ahora.
Pasé la noche del martes sin poder dormir, desde que llegué a casa comencé con un pequeño dolor, que se fue agudizando a medida que intentaba dormir. Mi marmota, preocupada trataba de indicarme algún calmante, pero asumimos que no había ninguno. En la mañana, el dolor seguí allí, creciendo en mi boca, lo que me obligó a tomar la decisión de ir al odontólogo.
Antes de salir, y prisionero de las fuertes lluvias caraqueñas, hice una acuciosa revisión con mi marmota y descubrimos una caja de Ibuprofeno. Me tomé uno, pero era como si me hubiese comido un caramelo, la inútil pastillita no cumplió su fin analgésico. La lluvia fuerte no me dejaba salir de casa, y mi dolor no me dejaba vivir en paz.
Tras mimos, cuidados de mi Marmota y el cese de las lluvias salgo de casa rumbo al odontólogo. Después de la revisión vino el regaño bien merecido, dónde me dijo flojo y demás. Ese dolor era mi culpa, mi culpa,mi grandísima culpa.
Ya no tenía moral para quejarme, tal dolor lo propicié yo mismo. Desde el momento que no le hice caso a la rotura de mi amalgama. Pues si, ese era el motivo. Unos tres meses atrás estaba comiendo, y al morder siento que se rompe mi "Parche", como le llamo a la resina que me colocan en mi diente central. Quedó floja pero no se cayó, lo que me hizo restarle importancia al asunto. Resulta ser que, ese cuerpo extraño que estaba flojo producía un roce constante contra el diente y contra la encía. Lo que provocó el maltrato de su "pulpa" y la inflamación de encía. No se pudo hacer mucho en la consulta, me pusieron una cura y debo regresar para ver los avances. Afortunadamente, ya hoy no me duele, y anoche pude dormir plácidamente......¡Cómo lo necesitaba!
Mi Marmota, me ha cuidado y mimado estos dos días de dolor. Se ha preocupado por mí. No sólo es mi pareja, el amor de mi vida, mi gran amigo, mi buen amante, y muchas cosas más, sino que también me ha resultado un excelente enfermero. ¡Te amor marmota de mi vida!



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