31 ene. 2007


Mis habilidades para el desastre (¿será que nunca me quitaré el apodo de Lucy que me tiene mi marmota?) están a la orden del día. Pero, se evidencian con mayor fuerza en la cocina. Me gustan mucho las artes culinarias, pero esas cosas que sólo me pasan a mí, porque ni al pato Lucas jajajajajajaja, no me permiten desarrollarlas completamente. Quizás, no sea por las pocas habilidades que tengo, porque (valga la cuña) no tengo mala sazón, y se me hace fácil. El problema puede radicar en mi necesidad de estar haciendo muchas cosas a la vez, cuando de labores del hogar se trata. Otras veces, como dice mi mamá “por meterme a brujo sin conocer las ramas”, o peor aún por ser víctima del refrán “el flojo trabaja doble”.

Lo cierto es que tengo en mi haber una serie de eventos desafortunados, acompañados de mi característico “Aaaay” , así alargando la “a” un poco más de lo normal y por el que mi marmota y mi familia ya identifican que algo desastroso me ocurrió y corren a socorrerme.


En una oportunidad, quise probar una receta que me dio una compañera de trabajo. Así que esa noche monté mi olla, con el plátano picado en ruedas milimétricamente perfectas, la cantidad necesaria de agua, las 4 cucharadas de azúcar y el toque secreto de canela sugerido por mi compañera……Unos cuantos minutos más tarde, comienza a oler muy bien. Yo, desde la cama comienzo a buscar cuál puede ser la fuente de ese dulce aroma que llamó mi atención, pero en vez de insistir en mi búsqueda me quedo en la cama viendo TV.
Otros minutos más tarde, el olor cambio y percibo que se quema algo, comienzo a preguntarme cuál vecino estaría viviendo esa tragedia en su cocina. De pronto viene a mi mente la imagen de los plátanos dulces, corro a la cocina y encuentro una olla (nueva) con una masa negra en su interior, todo el apartamento inundado con el olor y mi marmota tocando el timbre……….Lo peor es que esta receta tiene una maldición egipcia, inca y extraterrestre a la vez porque las otras dos veces que he intentado preparar la receta ha ocurrido exactamente lo mismo.

Sin lugar a dudas el flojo trabaja doble, y lo demostraré a continuación. Hace pocos días, me provocó acompañar mi sándwich de la cena con un delicioso té con leche. No consumo leche preparada, sólo en polvo, así que debo prepararla antes de tomarla. Generalmente caliento el agua, la vierto en un bol, añado tres cucharadas rasas por taza y mezclo con un batidor. Por mi flojera a tener que fregar todo ese perolero, pues se me ocurrió la genial idea de verter el agua en un vaso plástico con tapa, colocar las cucharadas de leche, tapar y comenzar a batir. Lo que viene ya se lo imaginarán….pues sí, atinaron, al primer intento de agitar el vaso la tapa voló con todo el contenido, quedé totalmente bañado en leche, la cocina echa un desastre. Mi marmota, que estaba cocinando voltea a verme y me dice el acostumbrado “Coño, Lucy”. Mi ataque de risa duró hasta poco después de haberme quedado dormido. Por no lavar un batidor y un bol tuve que limpiar cocina, y hacer muchas otras cosas que no tenía planificadas.

Esto es sólo una muestra, de los tantos acontecimientos diarios que marcan mi lista de desastres.




24 ene. 2007



El tiempo pasa más rápido de lo que uno mismo se imagina. Siento que hace nada posteé por última vez y ya han pasado casi diez días!!!

Los días pasan volando, es lunes y enseguida vuelve a ser lunes. Es que ni me da tiempo de disfrutar los fines de semana como me gustaría, o como lo necesito. Paso la semana deseando sea sábado para dormir un poco más, y enseguida debo levantarme nuevamente temprano el lunes.

De niño el tiempo era más lento, ¿será esto síntoma de vejez? ó ¿sólo son mis percepciones viciadas?

Quiero trazar aquí más seguido, desnudar mis sentimientos sin ningún temor, recelo o pudor. Seguiré posteando, aunque sigo sin internet en casa.

Las noticas más resaltantes: bueno, cada día más enamorado y feliz con mi marmota, me consiente mucho. Hace poco me levanté tarde para ir a trabajar y se levantó sólo para hacerme el desayuno, pues debe levantarse dos horas después de mí. POr lo general llego a mi trabajo y es cuando se está bañando. Esos detalles son los que me enamoran cada día.

Estamos en búsqueda de apartamento, donde vivimos el dueño lo va a vender y no podemos comprarlo aún. Así que clasificados van clasificados vienen. Estamos moviendo todos los contactos posibles. (Si alguien sabe de algo, agradeceré la información)

En el trabajo, pues lo normal, la gente igual pero ya tendré tiempo de contar sobre ello.

En mi familia,mi abuela en aparente estabilidad, mi abuelo igual. Mi mamá cada vez más gorda por los nervios. Y yo cada vez más gordo por tragón jejejeje.