30 ago. 2006


¿Quién no recuerda aquella viuda pelirroja llamada Lucy? ¿quién no pasó sus tardes viendo las ocurrencias del show de Lucy?. Aquella mujer delgada, pelirroja de ojos azules y rostro expresivo a más no poder. Ella, con sus travesuras, sus pestañas largas y piernas ultra delgadas. Ella y su fiel amiga Viv. Ella de ojos vivacez, pero de torpezas incalculables. Sus accidentes siempre guardarán un lugar especial en mi memoria.

En fin, no pretendo hacer una apología a una de las series que más disfrutaba en mi infancia. A lo que quiero hacer referencia es que esta serie no se ha dejado de transmitir. Sólo que ha cambiado de protagonista. Claro, ya no es una mujer viuda, pelirroja, delgada, alta y de ojos azules. Ahora Lucy es hombre, mide 1.70 tiene cabello castaño, ojos café y no es tan delgado y estilizado. Es que no en vano mi pareja me ha puesto el cariñoso apodo de "Lucy". Según dice, cosa que no desmiento para nada, soy tan torpe para ciertas cosas y accidentado como ella.

Nos divertimos mucho con mis accidentes. ¿Cómo no hacerlo?, no todo el mundo tiene a su Lucy particular. Ese privilegio es suyo y de nadie más. Igual ya me acostumbré y adoro cuando me dice "¡Coño, Lucy!". Lo mejor del asunto es que no es intencional. Así, cuando quieran recordar las ocurrencias y travesuras de Lucy y los típicos comentarios
de Viv, sólo deben visitarnos.

28 ago. 2006

He tratado de escribir una y otra vez. Pero, mis deseos por aprender a colocar cosas ene ste blog es más fuerte. SIn embargo, no sé hacer nada más que escribir post, colocar imágenes y cambiar de plantilla. Hoy renové la presentación de mi blog. Quiero hacer más, pero no encuentro la forma de hacerlo.

Todas las cosas que quería escribir las he olvidado por mi afán en colocar links, imágenes a los lados, por hacer que los cometarios se lean debajo de cada post, y un montón de cosas que he visto en otros blogs y quiero tener también.

LA verdad es que bueno, tampoco cuento con mucho tiempo para ser autodidacta con esto. Aún no tengo internet en casa, esperamos a estabilizarnos para colocarlo y sólo cuento con los minutos que robo de mi trabajo para plasmar mis líneas. Quizás esto tampoco me permite entender las pocas opciones de ayuda que brinda la página, cuyos indicaciones se limitan a lo elemental que ya conozco.


Para colmo esto no me deja subir la foto que quiero.....hoy la tecnología me odia más que nunca..

24 ago. 2006


Mi abuela, una mujer que fue por mucho tiempo completamente desconocida, a pesar de haber vivido siempre cerca de mí. Bastaba mirar por la ventana de mi casa para entrar en contacto con ella. Solamente debía salir de mi casa e ir a la de al lado para visitarla. La veía y saludaba casi a diario, pero ignoraba quién era, qué pensaba o qué sentía.

Era una mujer de baja estatura, con ojos pequeños, cabello plateado, con unos cuantos kilos que la hacía ver más pequeña de lo que era realmente. Sus piernas gorditas y cortas fueron victimas de varias fracturas. Siempre se quejaba de dolores en ellas, de cabeza, de naríz, cualquier parte inimaginable del cuerpo le podía doler. Coqueta como ella sola, nunca salía de casa sin su cintillo y sin ponerse los zarcillos de la ocasión. Su ropa ni hablar, siempre elegante, arreglada.

Recuerdo una oportunidad en la cual estaba muy enferma. Debía salir al médico, y ante las constantes sugerencias de mi mamá para que se apurase, sólo recibía como respuesta un "esperáte, que me debo bañar y arreglar". EL colmo,su coquetería era más fuerte que cualquier emergencia, y mira que era emergencia porque trás la visita al doctor vino la hispitalización por un "casi" coma diabetico.

Hipertensa como pocas. Emocionalmente afectada, lo que la llevaba a tener consultas y tomar medicamentos "para los nervios". Hasta sus hemorroides le jugaban malas pasadas.

La recuerdo de forma extraña. Siempre la percibí como dura, fuerte,impenetrable. Actualmente, estoy convencido que fue una mujer sensible, llena de carencias afectivas, con mucho cariño por dar. Sin embargo, se rodeó de una muralla dura.

Nuestras muestras de afecto fueron contadas. No me sentía querido por ella, eso me llevaba a alejarme, a tener un trato diferente con ella. CIertamente, tampoco tuvo muchas muestras de afecto hacia mí, o por lo menos me costó entender que su manera de dar afecto no era la misma en la que yo lo quería recibir. En conclusión, nuestros acercamientos, poco a poco fueron limitándose al obligado abrazo de cumpleaños o de año nuevo. Así crecí, alejándome de ella, conviertiéndonos cada día en seres mas distantes, lejanos, desconocidos.

Sus apsiones eran tejer y leer la prensa dominical. Con aguja y pabilo hacía manteles maravillosos, cubrecamas, paños de mesa, gorros, ropa para los nietos. En cuanto a la prensa la devoraba por completo. Leía cada palabra desde la última hasta la primera página: clasificados, anuncios, comiquitas, horóscopo, obituarios, noticias, deportes, aboslutamente todo. Seacostaba boca arriba en la cama, piernas apolladas en la pared y pasaba horas con su amigo de los domingos.

Con el paso del tiempo, sus pasiones tuvieron que ser dejadas de lado. Perdió casi completamente la visión, por cataratas. Pero no fue lo único, su vida entera estuvo llena de pérdidas. Perdió a dos hijos antes de que cumplieran los 5 años de edad, un tercero murió a los 50, incluso ella casi pierde la vida en un coma diabetico.

EL cambio fue drastico. Ahora diabética, otro mal a su innumerable lista de "achaques". LO pero vino unos años después. Siempre orgullosa por poseer un bsuto prominente y firme, indiferente a los años y la gravedad, tuvo que desprenderse de uno de ellos en un quirófano. Su vida ya no era la misma, su ánimo tampoco.

Desde su diabetes, hasta su muerte, pocos meses después de la operación, aprendí a conocerla, a demostrarle mi cariño, a dale momentos gratos. Se fue ganando mi afecto, mi comprensión, mis mimos, mis detalles, mis cuidos.

Gracias a mi amor, a esa persona que comparte conmigo cada noche de mi vida me acerqué a ella. Sus consejos me sirvieron de mucho para vencer mis barreras, derribar als de ella y hacer que el amor, el perdón y la comprensión nos unieran con fuerza, de una manera que ni el tiempo, ni la distancia ni la ausencia puede separar.

Con ella aprendí que cada cual expresa sus sentimientos de una manera distinta. Aprendí que uno debe dejarse amar sin condiciones y a recibir el amor de los demás tal como ellos lo quieren ofrecer.

Hoy la recuerdo como una gran mujer, luchadora, fuerte, que aprendió a superar las adversidades. La recuerdo con cariño.

La lloré, desde mi alma lloré su ausencia.

La recuerdo, la extraño, la quiero y admiro.

........."Martha!!!!!!!!!!!!!!!.........Ciooooooooooón!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"



9 ago. 2006


"La belleza reside en el corazón de quien la observa". Albert Einstein

Cada quien ve lo que desea, bien sea de manera consciente o inconsciente. Todos nuestros aprendizajes y experiencias previas son como una óptica donde encontramos la fórmula perfecta para ver el mundo de determinada manera. Allí, podemos llevarnos los lentes verdes, azules, rojos, negros, grises o del color que deseemos ver el mundo. Lo cierto, es que el color elegido nos llevará a creer que todo a nuestro alrededor sólo varía en tonalidades, pero conserva el mismo color. Asumir que el mundo puede ser unicolor no nos permite disfrutar a plenitud todo el cromatismo que nos regala cada día.

Aprendemos a relacionarnos y desenvolvernos según nuestras experiencias previas y lo que nos dicta la moral, o quienes nos rodean. A través de nuestros lentes, cuyo color depende de lo deseado en ese momento, etiquetamos a las personas. Vemos en los demás sólo lo que queremos ver. Etiquetamos, juzgamos, opinamos según nuestras creencias y nuestros patrones de conducta.

Esperamos que todas las prostitutas usen minifalda ajustada, tacones altos y maquillaje exgerado. Esperamos que todos los gays sean amanerados, llamativos y que les guste asumir roles femeninos en la intimidad. Esperamos, esperamos y esperamos, y quien no dé la respuesta esperada es anormal, extraño, diferente. Y lo lamentable, es que muchos tienen miedo a ser diferentes.

Y así, nos encontramos con una interminable lista de creencias absurdas que nos llevan a etiquetar, juzgar y medir la calidad de persona que puede ser quien tenemos enfrente, incluso sin conocerle y sin tener ningún tipo de referencia. Sólo contamos con lo que creemos y lo vivido en ocasiones anteriores.

Creo que debemos liberarnos de nuestros prejuicios, de nuestras valoraciones, de esas creencias absurdas. Debemos vivir a plenitud, y dejar vivir, saber que nuestros mapas sólo sirven para nosotros y no podemos pretender que los demás actúen de esa misma forma, debemos desarrollar la empatía y ponernos en el lugar de los demás antes de emitir los duros juicios que hacemos en algunas ocasiones.

4 ago. 2006


Hoy es uno de esos días cuando deseamos quedarnos entre las sábanas hasta que el cuerpo no soporte tanto letargo y nos invite a salir a acostarnos en el sofá. El síndrome del viernes, enfermedad que me ataca en cada homónimo día, me ha acompañado desde los albores de mis más temprana infancia.

Este despertar y sentir que no tienes la más mínima intención de hacer nada en todo el día, y salir de casa con la mejor de las "carotas" que puedes hacer y ver cada media hora el reloj para darte cuenta qe sólo han pasado cinco minutos desde tu último vistazo.

Así me siento hoy, con ganas de estar en casa, acostado sin hacer absolutamente nad, sin tv, sin música por oir, sin gente para hablar, sin moverme para poder recuperar todas las energías gastadas durante esta agotadora semana.

Es alentador saber que ya llegó el fin de semana, con todas las cosas que me quedan por hacer, pero con todas las que me quedan por disfrutar. Entre estas cosas que debo hacer, saldremos mañana a buscar un juego de recibo para el apartamento, ya van tres meses allí y aún estamso recibiendo a las visitas en las sillas del comedor, así que espero tener suerte y conseguir lo que estamos buscando y tal cual como lo estamos buscando.

Feliz fin de semana a todos........